Los cancilleres Elías Jaua, de Venezuela, y María Angela Holguín, de
Colombia, reactivaron este viernes el puesto fronterizo en el estado de Apure,
para impulsar el comercio bilateral y combatir el millonario contrabando en la
frontera.
"Estamos instalando esta aduana principal que forma parte del esfuerzo
que vamos a hacer por regularizar el comercio ilegal, irlo llevando hacia lo
natural, lo legal, lo institucional", destacó Jaua, en la aduana principal
de El Amparo, en Guasdualito, a 550 km al suroeste de Caracas. Una semana
después de haberse reunido en Caracas en la comisión mixta binacional, Holguín
y Jaua se encontraron en la frontera para acordar medidas concretas
relacionadas con la nacionalización de bienes y tránsito de pasajeros.
"Vamos con todo contra las mafias del contrabando (...). Hay capos del
contrabando de gasolina, de alimentos, de cemento, por ello vamos a ir, ambos
gobiernos, al centro neurálgico del contrabando", subrayó el canciller
venezolano.
Venezuela y Colombia comparten una frontera de 2.219 km en la que actúan
grupos dedicados al tráfico de gasolina -que le supone a Venezuela una pérdida
de 1.400 millones de dólares al año-, así como de alimentos y productos
venezolanos, mucho más económicos que en Colombia. Holguín destacó, durante una
breve rueda de prensa junto a Jaua, la importancia de la aduana económica y
social para los pueblos fronterizos. "Estamos muy satisfechos de que sea
un paso internacional, con todos los controles necesarios", subrayó.
Los cancilleres destacaron que ambos países también trabajan en el
mejoramiento de puentes, muelles y otras vías comunes, y esta semana se
reunireron el ministro de Finanzas de Venezuela, Nelson Merentes y el ministro
colombiano de Hacienda y Crédito Público (Economía), Mauricio Cárdenas, para
analizar las relaciones económicas. Los dos países reanudaron la agenda
bilateral luego de que los presidentes Nicolás Maduro, de Venezuela, y Juan
Manuel Santos, de Colombia, relanzaron las relaciones el 22 de julio en Puerto
Ayacucho (suroeste de Venezuela).
El diálogo se rompió luego de que el líder opositor Henrique Capriles,
quien perdió por estrecho margen contra Maduro, fue recibido por Santos en la
sede presidencial de Bogotá, como parte de su campaña de denuncia internacional
por supuestas irregularidades en los comicios. "Lamentablemente los sectores
de la ultraderecha colombiana y venezolana, que siempre jugaron a la división
de nuestros países, a promover el odio, ven con muy malos ojos estas
inticiativas de trabajo conjunto (...) no debemos permitir que nos
descarrilen", afirmó Jaua.
"Si hay respeto mutuo de las decisiones internas, en nuestros procesos
políticos, vamos a poder seguir trabajando juntos para el bienestrar de
nuestros pueblos mucho más allá de las intenciones de quienes quieren ver (...)
a Colombia y Venezuela en una guerra", agregó.
AFP
Foto: Efraín Patiño
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