Sentir vibraciones telefónicas fantasmas es una experiencia extrañamente
común. Cerca del 80% de nosotros se ha imaginado que el teléfono vibra en
nuestro bolsillo cuando en realidad está completamente en quieto. Casi el 30%
de nosotros también ha escuchado una llamada inexistente. ¿Son estas
alucinaciones señales ominosas de una locura en ciernes causada por nuestra
cultura digital?
En absoluto. De hecho, las vibraciones y llamadas fantasma ilustran un
principio fundamental de la psicología.
Usted es un ejemplo de un sistema de percepción, similar a cualquier alarma
antiincendios o bulbo de un narciso que tiene que decidir si la primavera ha
llegado.
Su cerebro tiene que hacer un juicio perceptivo sobre si el teléfono del
bolsillo está realmente vibrando. Y, así como el bulbo del narciso en una
mañana cálida de invierno, tiene que decidir si las señales que llegan de la
piel cercana al bolsillo indican un verdadero cambio en el entorno.
Los psicólogos utilizan un concepto llamado Teoría de Detección de Señales
para abordar el asunto de los juicios perceptivos que ayuda a explicar por qué
imaginarse llamadas inexistentes es una parte común e inevitable del
funcionamiento mental sano.
La teoría,
ilustrada
Cuando el celular está en su bolsillo, hay dos posibles estados: el
teléfono está sonando o no.
También hay dos posibles estados mentales: el juicio de que el teléfono
está sonando o el juicio de que no está sonando.
Obviamente, lo que a uno le gustaría sería aparear esos estados
correctamente, de manera que cuando realmente vibre uno piense: "está
sonando" y ante la ausencia de vibraciones concluya que "no está
sonando".
La teoría de detección de señales denomina a estas correspondencias
correctas como un "acierto" y un "rechazo correcto",
respectivamente.
Pero hay otras dos combinaciones posibles: se pueden confundir vibraciones
reales con un "no está sonando" (un "fallo", que deriva en
una llamada perdida), o confundir la ausencia de vibraciones con un "está
sonando" (una "falsa alarma").
Este segundo tipo de error es lo que ocurre cuando uno imagina una
vibración fantasma del celular.
En situaciones en las que se pueden hacer juicios sencillos, como decidir
si alguien dice su nombre en una sala tranquila, probablemente siempre hará
correspondencias correctas.
Pero si tiene que decidir si alguien dice su nombre en una sala ruidosa o
tiene que evaluar algo para lo que no está muy capacitado, los errores
sucederán ocasionalmente.
Fantasmas para
evitar pérdidas
La teoría de detección de señales explica que hay dos estrategias para
reducir la tasa de errores.
La mejor de ellas es modificar su sensibilidad hacia lo que está intentando
detectar. Esto se traduce en programar el teléfono con una vibración más
fuerte, o quizá colocarlo cerca de una parte del cuerpo más sensible (no haga
las dos cosas a la vez o la gente lo mirará raro).
La segunda opción es cambiar su sesgo para tender hacia la alternativa
"está sonando", independientemente de lo que esté haciendo en
realidad.
Pero esta última opción tiene un costo: para asegurarse de nunca perderse
una llamada, va a tener que experimentar más vibraciones fantasmas.
Estas dos características del sistema de percepción -la sensibilidad y el
sesgo- están siempre presentes y son independientes la una de la otra.
Cuanto más sensible sea un sistema, mejor, porque es más capaz de
discriminar entre los verdaderos estados del entorno. Pero el sesgo no tiene un
nivel ideal claro, depende de los costos y beneficios relativos de los
diferentes aciertos y desaciertos.
¿Qué significa
esto aplicado a su teléfono?
Si asumimos que a la gente le gusta darse cuenta de que su celular está
sonando y que la mayoría no querría perderse llamadas, entonces los sistemas de
percepción de muchos de nosotros ya tienen el sesgo ajustado a un nivel que
hace más improbable que se pierdan llamadas.
Por eso hay una probabilidad más alta de falsas alarmas, o vibraciones
fantasmas.
Toda la percepción está hecha de información del entorno y de sesgos que
hemos ajustado con la experiencia. Sentir una vibración fantasma del celular no
es una alucinación patológica.
Simplemente refleja que nuestros casi perfectos sistemas de percepción
están funcionando de la mejor manera en un mundo incierto y ruidoso.
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