La felicidad de los otros en las redes sociales nos hace más infelices,
según algunos estudios. Y eso a pesar de que en algunos casos las fotografías
que comparten tus contactos no son lo que parecen.
Seguro que te identificas con esta
historia. Es viernes por la noche, estás en tu casa (no había plan, qué le vas
a hacer...) y abres Facebook para distraerte un rato. Un
grupo de conocidos a los que agregaste están subiendo compulsivamente fotos de
una fiesta con muy buena pinta a la que, evidentemente, tú no has sido
invitado. Hace mucho que no ves a ninguno de ellos, pero en ese momento, al calor
de las fotos, recuerdas que, en realidad, nunca te han caído muy bien. Pero,
míralos, qué vida llevan. Y yo aquí en casa, solo y sin nada que hacer. Maldita
sea...
¿No te ha sucedido nunca? ¿En serio? Bueno, déjanos probar con otra. Es
verano y ya has vuelto de vacaciones , pero tienes otro duro año de trabajo por
delante hasta reencontrarte con el chiringuito y las olas. El caso es que estás
aburrido en el trabajo y abres Facebook para cotillear. Y ahí están, tus amigos
y amigas, conocidos y conocidas, en bañador o bikini, divirtiéndose como enanos
en un lugar infinitamente más paradisíaco que la gris oficina en la que estás
sentado. Desgraciados... Y encima no tienen un gramo de grasa. ¡Menudos
cuerpos! Y yo aquí, con la barriga cervecera por culpa de las terracitas
¿También tengo que renunciar a eso?
En fin, qué mala es la envidia, que dirán algunos. Y, para el caso, qué
malas son las redes sociales cuando no eres tú quien sube fotos para poner los
dientes largos. Esto cuando no había redes sociales no pasaba.
Lo que dicen los científicos
Hay numerosos estudios que corroboran la
sensación que tratábamos de transmitir hace un momento. Por ejemplo, un grupo
de investigadores de la Universidad Carnegie Mellon concluyó que el
"consumo pasivo" de publicaciones ajenas puede desembocar en un sentimiento
de soledad e incluso depresión.
Básicamente, la misma conclusión a la
que llegaron estos otros expertos de Michigan: "El uso
de Facebook predice un descenso en dos componentes del bienestar subjetivo:
cómo se siente la gente en cada momento y cómo de satisfecha está con su
vida".
Y, luego, un estudio de premio de la
Universidad de Utah cuyo título bien podría encabezar este artículo: "Son
más felices y sus vidas son mejores que la mía: el impacto de Facebook en la
percepción de las vidas de los demás". Facebook lleva a la envidia, la envidia
al odio y el odio lleva al sufrimiento. Parafraseando al maestro Yoda, Facebook
es el camino hacia el Lado Oscuro. Pero, tranquilo, que tiene solución: solo tienes que apartar el ojo de la mirilla.
¿Cuál es la red social más deprimente?
Hasta aquí el tema Facebook, al menos en parte. Porque la 'número uno' de
la trizteza es Instagram, que pertenece a Facebook, así que todo queda en casa.
Esa es la conclusión del estudio de la Universidad Carnegie Mellon del que
hablábamos antes. No hacen falta muchas explicaciones, ¿verdad?
Instagram es la red social del todo por la imagen, la cúspide de la cultura
"si no es bonito no lo subo". Manjares que da gusto verlos, gente
guapa, locales de moda, más gente guapa, playas en verano, gente guapa en
bikini y fiestas, muchas fiestas con docenas de hombres y mujeres (¿hemos dicho
'gente guapa' ya?). Si no eres tú el retratado, huye antes de que te dé un
chungo.
Así que sí, Instagram podría ser la red
social más deprimente, pero hay una con potencial para ser aún peor. Se trata
de 'Happier', la red social de los momentos
felices, un lugar donde el pesimismo no tiene cabida y todo son fotos de
sonrisas. ¡Todos están disfrutando menos yo! ¿Qué narices hago aquí, delante
del ordenador, más aburrido que el guardaespaldas de Chuck Norris? Amigos, la
paradoja está servida.
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