Se calcula que en el mundo hay 35 millones de personas con Alzheimer, en
Colombia existen alrededor de unos 300 mil casos, sin embargo solo un 10%
consultan al inicio de la enfermedad, es decir que esta cifra puede ir en
aumento, afirma el doctor Robinson Cuadros, especialista en Geriatría de la
Universidad Nacional de Colombia y médico de la subdirección para la vejez de
la secretaria Distrital de Integración Social del Distrito.
El 21 de septiembre se celebra el día mundial de Alzheimer, para conmemorar
ésta fecha la ADI (Federación Mundial de Alzheimer), hace referencia a “un
viaje centrado en el cuidado”, con lo cual destaca la importancia del cuidado
permanente desde la detección temprana hasta la etapa final de la enfermedad.
“Lo que es costoso a los gobiernos no es el envejecimiento, es la discapacidad
y como estamos frente a una enfermedad que genera gran dependencia,
lógicamente, impactar desde la detección temprana hasta la etapa final de la
enfermedad es lo que recalca la ADI”, señala el doctor Robinson Cuadros.
Signos de alertas
La detección temprana del Alzheimer puede ser
determinante para la calidad de vida del paciente. La forma típica del inicio
de la enfermedad de Alzheimer es una sumatoria de varios acontecimientos y no
solamente la pérdida de la memoria. Estos son los signos de alerta:
1. Pérdida de la memoria reciente, olvida fechas,
días, horas, lugares y tiene dificultades para la formación de nuevos recuerdos.
2. Irritabilidad y apatía, el paciente no participa en
ninguna actividad familiar.
3. Cambios de humor o de comportamiento muy
frecuentes.
4. Pérdida de iniciativa, dejan de hacer las cosas que
les gustaban hacer antes.
5. Perdida de fluidez verbal, repiten la misma
historia o preguntan lo mismo una y otra vez.
6. Síntomas depresivos e ideas delirantes como: ¡me
robaron, me quieren hacer daño.
7. En algunos casos, incluso en el comienzo de la
enfermedad se pueden observar alteraciones en la coordinación, varios pacientes
presentan tropezones o caídas recurrentes.
8. Dificultad para nominar objetos, a esto se le llama
anomia.
9. Dificultad para reconocer personas o lugares, a
esto se le llama afasia.
10. Alteración de las praxias, es decir, se les
dificulta amarrarse los zapatos, vestirse, manejar los cubiertos, desarrollar
en orden una actividad como cocinar.
11. Descuido en su aseo personal y rechazo para
bañarse.
Por lo general, el paciente trata de minimizar estos
síntomas, lo cual implica que los pacientes y sus familias consulten
tardíamente. Advierte el Doctor Cuadros. “Es importante hacer énfasis en que
cada persona es única, la velocidad del deterioro se realiza a través de pruebas
neurosicológicas y de acuerdo a lo referido por el cuidador”.
Mayor información en: afacol@gmail.com.
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