La primera opción, va a
llegar de nuevo a Venezuela, saliendo desde La Habana, con transmisión
televisada para el mundo, llegando unas horas después a Caracas y armando una
caravana con carro de bomberos desde el aeropuerto para terminar en el balcón
del pueblo en el Palacio de Miraflores, haga un discurso largo a los que tiene
acostumbrados al mundo, y diga que es gracias a dios para que pueda terminar su
misión redentorista. En mi opinión, esto será lo que ocurrirá, lo que me haría creer más que no está enfermo
sino que era parte de una novela para no perder la popularidad y el apoyo de un
pueblo cansado de una dominación y unas restricciones al mejor estilo de la
mitad del siglo pasado.
La segunda opción: Si estaba
enfermo, muere y el cadáver del Presidente llega embalsamado a Caracas, donde
no será sepultado, sino perfectamente adecuado al estilo de Lennin para que
todo el pueblo lo idolatre como el “Salvador” de un pueblo, asegurando con esto
por lo menos seguir en el poder hasta las próximas elecciones, en medio de un
gobierno que evocará las acciones de su Presidente muerto, para seguir violando
los derechos de los nacionales y extranjeros, utilizando la policía como ente
represor y la educación como medio de chantaje en un pueblo que de un momento a
otro dejo de ser luchador para volverse conformista.
Posterior a ese tiempo, en
las próximas elecciones, la oposición podría tener una oportunidad si se
destaca como una verdadera alternativa real, como el momento de hacer un cambio
para un país libre, participativo y consolidado en la verdad.
Parece una digna novela
venezolana pero es la realidad de un país que nadie entiende como llego hasta
este punto…
@NICOLASRINCON
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