El 5 de marzo de 2013 será
recordado porque se informó la muerte de uno de los líderes mundiales más influyente
e irreverente de los últimos años, capaz de desafiar a grandes líderes
mundiales y de manipular a un pueblo con sus discursos extensos y llenos de
coloquialismo.
No hay nada para celebrar,
nadie puede ni debe alegrarse por la muerte de un ser humano, lo que esta se
discusión siempre y se continuará haciendo, es la administración y forma de
manejar un país.
Desde su primera posesión
constitucional, hace 14 años, cambio sus relaciones con Estados Unidos, con los
países de Latinoamérica, Europa, Medio Oriente y por supuesto, Colombia.
Durante varios años mantuvo
en reserva su relación con nuestro país, cambió de manera absoluta la política
en Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Brasil y Argentina, por nombrar algunos países.
“Huele azufre”, “Por qué no
te callas”, “Te voy a quitar la mascara majunche”, entre otras frases son las
que marcan un modo populista de ganar seguidores en la política venezolana y
mundial. Un político bastante particular, de esos que demorará bastante en
aparecer, por fortuna, en el mundo.
Por ahora Nicolás Maduro
asumirá interinamente como presidente, en 30 días habrán elecciones para
elegir, por un periodo de cinco años, a un nuevo presidente. Las calles de las
principales ciudades están militarizadas para “evitar desmanes”. Su funeral
será en Caracas y a él asistirán diferentes jefes de Estado y se realizará un
funeral de Jefe de Estado, como bien se lo merece un presidente de la
República.
Como dije al inicio, no hay
nada para celebrar pero el pueblo venezolano tendrá que darse cuenta que la administración Chávez
no fue lo mejor que le pasó en 14 años. A menos que a ese pueblo, le parezca
bien no tener libertad de locomoción ni poseer libertad de opinión.
Hay que ser consciente que
el chavismo se va a mantener en el poder durante los próximos cinco años, ya
que es un fenómeno que predomina siempre que al morir un líder y más en
Venezuela, donde Chávez se había
convertido en un semi-dios. Ese mismo fenómeno lo vivimos en Colombia cuando en
1989 fue asesinado Galán y recibió sus banderas políticas César Gaviria, quién
resultara presidente para el periodo 1990-1994, así sucederá en Venezuela
durante este periodo que se avecina.
Lo mejor que le puede pasar
a la oposición es nombrar un candidato que sea capaz de aguantar las
acusaciones de parte del candidato del chavismo, muy seguramente será Nicolás
Maduro, y que políticamente sea tan fuerte que pueda realizar una campaña
desigual durante los próximos 30 días.
Digo nombrar, porque
Capriles no debería asumir ese liderazgo en este momento, no por miedo a
perder, sino porque sería una competencia desleal y llena de vicios, donde el
chavismo no permitirá de ninguna manera que pierda su candidato, ya que tienen que
demostrar su poderío en materia política.
Este cambio de presidente en
Venezuela, es la mejor posibilidad que se ha tenido en los últimos años de
poder llegar, por vías democráticas, al poder por parte de la oposición en el
próximo periodo electoral, dentro de cinco años.
Se vislumbra una luz al
final de túnel para muchos de los venezolanos perseguidos, exiliados,
humillados y acusados injustamente por parte del oficialismo. De ahí que no hay
que celebrar pero si preparar un camino de regreso a la democracia en la tierra
de Bolívar.
Una mentira, un cuento de
hadas que sólo los chavistas se creían, al decir que “Chávez vive”, empieza a
caer, la disputa democrática hasta ahora comienza, se acaba la era de Hugo
Chávez pero inicia el chavismo en memoria del Comandante presidente, algo que
puede ser mucho más peligroso de lo que se imagina la gente, ya que se actuará
con base en la memoria de un muerto, por eso, la oposición debe prepararse con
calma y conciencia absoluta de mejorar las condiciones del pueblo venezolano.
Los exiliados y perseguidos,
en todos los niveles, deben trabajar unidos para lograr la patria soñada por
todos, la verdadera patria del Libertador, una donde la libertad llegue al límite
de respetar al otro sin dudarlo.
En este momento no hay forma
de saber que ocurrirá en Venezuela ni con su pueblo, solo esperemos que los
hechos se vayan desarrollando y ojalá no tengamos que lamentar más adelante los
acontecimientos que están por suceder.
¡Gloria al bravo pueblo! y
lo que venga sea asumido en paz, dejando a un lado los rencores con las
personas y buscando siempre una mejor forma de gobernar, no para el bien
personal, sino para el público, dejando un legado no como un semi-dios, sino como una persona
sensata que ve más allá del brillo del poder y no busca perpetuarse en él para
demostrar que tiene la razón.
Nunca me alegrará la muerte de una persona, pero si celebraré el fin de una dictadura y el chavismo, sin su principal mentor, empieza su caída.
@NICOLASRINCON
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