Un estudio publicado por la Biblioteca Pública de Ciencia (Public Library of Science), conducido por Ethan Kross de la Universidad de Michigan y Philippe Beruyn de la Universidad de Leuven en Bélgica, demostró que mientras más usa Facebook una persona, menos satisfecha se siente con su propia vida.
Investigaciones
pasadas han revelado que el uso frecuente de las redes sociales está
relacionado con los celos, tensiones sociales, depresión e, irónicamente,
soledad. Pero esos estudios presentaban algunas confusiones en cuanto a la
relación de los síntomas y sus causas. Tal vez quienes pasan más tiempo en las
redes sociales son más propensos a emociones negativas con o sin Facebook. Pero
el estudio mencionado arriba es el primero en estudiar a los usuarios de Facebook
por un tiempo amplio, con el fin de registrar sus cambios emocionales.
Los
investigadores de Estados Unidos y de Bélgica estudiaron a 82 usuarios de
Facebook. Estos voluntarios, de entre 16 y 24 años, acordaron que su actividad
en Facebook fuera observada durante dos semanas y reportaron su estado de ánimo
cinco veces al día mediante un breve cuestionario, así como sus contactos
sociales no virtuales (llamadas telefónicas o encuentros con otras personas
cara a cara). Los reportes fueron monitoreados mediante mensajes de texto y
enviados entre las 10 de la mañana y la media noche.
El
sexo de los voluntarios no influenció los descubrimientos, tampoco la cantidad
de sus “amigos” en Facebook, ni sus razones para usar Facebook o sus niveles de
depresión o autoestima.
Los
resultados de una investigación anterior, realizada por los científicos
sociales de la Universidad de Humboldt y la Universidad Técnica de Darmstadt,
ambas en Alemania, tal vez brindan una explicación. Tras encuestar a 584
usuarios, casi todos entre 20 y 29 años, los científicos encontraron que la
emoción más frecuente tras el uso de Facebook es la envidia. Compararse con los
contactos que comparten sus fotografías, magnifican y anuncian sus logros
podría dejar a los usuarios de Facebook un tanto envidiosos. En contraste, los
encuentros en la vida a real tienden a ser más del tipo “lo que ves es lo que
hay”.
Lo
que ninguno de los dos estudios provee es si esto les pasa solamente a los
usuarios jóvenes, ya que solo los menores de 29 años fueron analizados. Tal vez
los usuarios mayores sean más suaves, menos envidiosos sobre los triunfos de
sus amigos y más reales.
Con información de The
Economist
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